Café y corazón, ¿amigos o enemigos?

Café y corazón, ¿amigos o enemigos?

 El consumo del café se remonta al siglo XIII en Etiopía y Arabia, sobre todo en el mundo musulmán. Es uno de los productos más consumidos, y se estima que, al menos el 30% de la población mundial consume una taza de café al día. 

Durante años se ha demonizado el consumo de café, considerándolo un alimento perjudicial para la salud. Hoy en día, sabemos que el café aporta múltiples beneficios en nuestro organismo: la cafeína es un acelerador natural del metabolismo por lo que ayuda a quemar grasas, aporta nutrientes, vitaminas y minerales, es una fuente de antioxidantes que son necesarios para retrasar el proceso natural de envejecimiento y disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2, el Alzheimer, el Parkinson, la cirrosis y algunos tipos de cáncer como el de hígado y el de colon. 

Pero… ¿qué efectos tiene en nuestro corazón? 

Recientes investigaciones concluyen que el consumo de esta bebida no sólo no resulta perjudicial para la salud de nuestro corazón, sino que puede protegernos de enfermedades cardiovasculares. Un estudio reveló que las personas que beben alrededor de cuatro tazas de café al día reducían en un 14% su riesgo de muerte. 

La cafeína aumenta ligeramente la frecuencia cardiaca y, en ocasiones, puede elevar la presión arterial de modo poco significativo. Pese a ello, no existe motivo alguno para que un hipertenso bien controlado no pueda tomar café. Igualmente, no hay evidencia científica de que la cafeína 

provoque arritmias cardiacas; en este sentido, se publicó un estudio en el que se observó que el consumo de café disminuía el riesgo de arritmias, sobre todo de sufrir fibrilación auricular y taquicardias supraventriculares. 

Si he tenido un infarto o padezco insuficiencia cardiaca, ¿puedo tomar café? 

La conclusión general es que el consumo moderado de cafeína no constituye un mayor riesgo de infarto al miocardio. Respecto a la insuficiencia cardiaca, un estudio americano mostró una disminución del riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca en los pacientes con un consumo moderado de café. Todo parece apuntar a que, existe un límite de consumo que, una vez sobrepasado, puede ocasionar aumento del riesgo cardiovascular. No obstante, debido a la susceptibilidad individual que puede existir respecto a los efectos del café en cada persona, y considerando aspectos médicos particulares de cada paciente, conviene que los pacientes con cardiopatía comenten este aspecto con su cardiólogo para determinar si existe o no un riesgo individual en el consumo. 

Y entonces, ¿cuál es la cantidad de café recomendada? 

Aunque no se ha definido un umbral a partir del cual el consumo de cafeína pueda ser perjudicial, se insinúa que una ingesta regular de hasta 300 mg diarios parece ser segura. Cualquier persona, independientemente de que tenga hipertensión u otra enfermedad cardiaca, puede tomar, en principio, 3 o 4 tazas de café al día. 

Por la doctora Teresa Alvarado, especialista de la UICAR

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