Las enfermedades cardíacas son la primera causa de muerte en España, representando un 30% de los fallecimientos por año.
El paciente cardiológico consulta con la intención de ser curado y recuperar su vida normal, lo más pronto posible. Siendo el tratamiento farmacológico, es la piedra angular que permite alcanzar este objetivo y está dentro de las responsabilidades del médico, que su paciente cumpla el tratamiento indicado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la adherencia al tratamiento como el grado en que la conducta de un paciente, en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario
Se estima que en España el 50% de los pacientes cumple correctamente el tratamiento, los niveles de adherencia varían según el tipo de patología. En el caso de la enfermedad cardiovascular se ha determinado que un 22,4% de los pacientes abandonaban el tratamiento prescrito por médicos de atención hospitalaria y hasta un 39,4% por lo médicos de atención primaria.
La adherencia al tratamiento permitiría una reducción de un 44% de los eventos cardiovasculares mayores en comparación con los pacientes no adherentes y en un 24% comparado con pacientes no adherentes. Por ejemplo, en la insuficiencia cardíaca, por cada aumento de la adherencia, las visitas al servicio de urgencia disminuyeron un 11%, los ingresos hospitalarios disminuyeron un 6%, la duración total de la estancia hospitalaria disminuyó un 1% y la mortalidad por todas las causas disminuyó un 9%.10 Dicho esto, resulta obvia la necesidad de incrementar el porcentaje de pacientes adherentes al tratamiento, lo cual se traduciría en menos recaídas, menos complicaciones y menos morbi-mortalidad.
Herramientas para mejorar la adherencia
Existen una serie de herramientas que permiten medir, conocer y por tanto intentar mejorar la adherencia del paciente, este apartado se enfocará en las herramientas que permitan mejorar la adherencia y posteriormente se hablará sobre la
a) Mejorar los conocimientos y actitudes sobre la enfermedad presentada y el tratamiento prescrito.
b) Pautas dirigidas a recordar el horario de toma de la medicación: este aspecto puede ser la actuación más importante, incluye llamadas telefónicas, mecanismos con alarmas que suenan a la hora de la toma de la medicación, organizadores de medicación de diferentes formas y modelos, empaquetamiento de la medicación con blísters calendarios, cartas de medicación donde se anota que se ha tomado la medicación, fomento de la autoeficacia del paciente para que sea capaz de asociar la toma con una actividad de su vida diaria.
c) Disminuir el miedo a los posibles efectos adversos de la medicación y capacitar a los pacientes a actuar sobre ellos.
d) Soporte social, familiar y sanitario
e) Ayudar a decidir al paciente sobre la adherencia.
f) Combinación de herramientas: la mejor estrategia es la combinación de herramientas que actúen sobre diferentes aspectos. La intervención más exitosa incluye llamadas regulares de un profesional sanitario, respondiendo cuestiones sobre la medicación, recordando la importancia de la adherencia y fomentándolo mediantes consejos. Estudios donde se realizaron una intervención multifactorial en la HTA, utilizando un kit que proporcionaba suministro de la medicación para un mes, material escrito con una explicación de la importancia a la adherencia, así como llamadas telefónicas, obteniendo una mejora de del cumplimiento en un 35%.
Conclusiones
Es importante contar con herramientas que permitan identificar si el paciente es cumple el tratamiento indicado para su enfermedad cardiovascular y a partir de allí, utilizar estrategias que permitan obtener una mejoría de la adherencia, teniendo en cuenta que lo ideal, no es una sola estrategia sino el uso combinado de ellas, esperando que se traduzca en una reducción de la morbi-mortalidad y en mejores desenlaces clínicos.
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Dr. Jefferson Salas Castro – Cardiologo UICAR