Tengo un foramen oval permeable… ¿Y ahora qué?

Tengo un foramen oval permeable… ¿Y ahora qué?

El “forman oval permeable” (conocido también con la sigla FOP) es un pequeño agujero o túnel que comunica dos cavidades cardiacas, las aurículas, que habitualmente están separadas por un tabique llamado septo interauricular. 

¿Cómo se forma un FOP?

Podemos considerarlo como un pequeño “recuerdo” o “resto” de nuestra vida intrauterina, es decir, de cuando todavía nos estábamos desarrollando dentro del vientre de nuestras madres. Dentro del útero el feto tiene una circulación y una oxigenación diferente a la que tenemos cuando nacemos ya que, durante la vida intrauterina, no respiramos y la sangre oxigenada nos llega directamente de nuestra madre atreves del cordón umbilical.

En este periodo de la vida, la sangre oxigenada tiene que pasar de la aurícula derecha a la izquierda para poder llevar el oxígeno y los nutrientes al resto del pequeño cuerpo en desarrollo y por este motivo el tabique o septo interauricular no está todavía cerrado y las aurículas comunican entre ellas. Cuando ya nacemos, justo después del parto, nuestros pulmones empiezan a funcionar y la sangre, que ya no recibe oxígeno de la madre, tiene que pasar de las venas y por tanto de la aurícula derecha a los pulmones para oxigenarse y de allí a la aurícula izquierda y a las arterias. En este momento ya no hace falta que las aurículas comuniquen entre ellas y el tabique o septo interauricular se cierra, separando del todo las dos cavidades, habitualmente en el primer año de vida. Sin embargo, esto no siempre ocurre y en hasta el 25% de las personas (1 de cada 4…. mucho más frecuentemente de lo que uno se puede imaginar…) se queda abierta una pequeña comunicación tuneliforme a nivel del tabique interauricular, conocida como “foramen oval permeable” o FOP.

¿Qué problemas nos puede causar un FOP?

Tener un FOP es, por tanto, mucho más frecuente de lo que pensamos y en la gran mayoría de las personas pasa desapercibido. Sólo en un pequeño porcentaje de casos se asocia a síntomas o complicaciones. De hecho, el diagnóstico de FOP suele ser un hallazgo casual en pruebas realizadas por otros motivos y en la gran mayor parte de los casos no nos supone ningún problema.

La principal complicación que se puede asociar a la presencia de un FOP, como ya dicho en un mínimo porcentaje de personas, es el desarrollo de lo que se conoce como “embolia paradójica”, es decir el pase de pequeños coágulos que se pueden formar en el sistema venoso y que pasan al sistema arterial a través del FOP, causando eventos isquémicos como por ejemplo un ictus. Cuando el tabique interauricular está cerrado, sin presencia de ninguna comunicación directa entre las aurículas, los coágulos que se pueden formar en determinadas circunstancias en las venas, habitualmente en las piernas, migran al pulmón que funciona como un gran reservorio y que permite eliminarlos, en la gran parte de los casos sin síntomas. También en presencia de FOP, los pequeños trombos que se pueden formar en las venas no suelen pasar a las arterias ya que la presión en la aurícula izquierda es mayor que en la aurícula derecha y esto permite “cerrar” la puerta de entrada a la aurícula izquierda. Sin embargo, en presencia de determinadas características del tabique interauricular, como un aneurisma del septo, o en alguna actividad laboral o deportiva que causan aumento de las presiones en la aurícula derecha, la puerta de entrada a la aurícula izquierda en la que se convierte el FOP puede “abrirse” y dejar pasar los pequeños coágulos, causando ictus u otra isquemia sistémica.

Otra complicación mucho menos frecuente que puede ocasionar un FOP, es una “desoxigenación” de la sangre arterial al mezclarse la sangre no oxigenada de la aurícula derecha con la aurícula izquierda. Es muy poco frecuente ya que como hemos explicado la comunicación entre las aurículas es muy pequeña y la presión más alta en el lado izquierdo impide la mezcla de la sangre de los dos lados. 

¿Cómo se diagnostica un FOP?

El FOP se puede diagnosticar con un ecocardiograma transtorácico convencional, aunque no siempre se consigue verlo ya que la comunicación tuneliforme entre las aurículas es pequeña y puede pasar desapercibido el pase de flujo a nivel del septo interauricular. Cuando la sospecha clínica de tener un FOP es alta, como por ejemplo en pacientes jóvenes con un “ictus critpogénico”, es decide sin causas aparentes, se puede realizar un “test de burbujas”. Se inyecta en una vena periférica una solución salina agitada para formar burbujas que se pueden ver con el ecocardiograma y se monitoriza si estas burbujas pasan de la aurícula derecha a la izquierda, tanto en situación basal como con maniobras de Valsalva: si hay un pase temprano y evidente de burbujas entonces sí tenemos un FOP. Se puede realizar el mismo test con ecodoppler transcraneal o con un ecocardiograma transesofágico, ya que en determinadas situaciones pueden ser más sensibles que el ecocardiograma transtorácico en cuanto al pase de burbujas.

¿Cuándo y cómo hay que tratar un FOP?

En la mayor parte de los casos la presencia de FOP no precisa un tratamiento específico, ni supone limitaciones para la persona que lo tiene. Sin embargo, en determinadas circunstancias se puede plantear cerrar el FOP.

La indicación más clara es en pacientes jóvenes que hayan tenido un evento isquémico o un ictus sin otra causa aparente. En paciente ya más mayores, habitualmente superiores a los 50 años, las indicaciones de cierre del FOP suelen ser más estrictas ya que el ictus se puede producir con más probabilidad por otras causas.

Hay luego actividades deportivas como el buceo en el que la presencia de un FOP puede causar problemas, sobre todo si además del FOP tenemos otras características del septo interauricular que ayudan al pase de la sangre entre las aurículas, como un aneurisma del tabique interauricular. Las personas que practican buceo a nivel profesional tendrían que realizarse siempre un estudio específico para descartar FOP y en determinados casos plantear el cierre para poder seguir con la actividad deportiva.

La presencia de migrañas, asociadas a determinadas características del septo interauricular, también puede ser una indicación de FOP, aunque hay que realizar previamente una valoración neurológica y cardiológica completa ya que hay que ser estrictos en esta indicación.

Para finalizar, plantearíamos el cierre de FOP en esos raros casos en el que hay una mezcla de sangre venosa y arterial a través del FOP, causando una escasa oxigenación de la sangre arterial. Puede ocurrir por ejemplo en personas mayores y con aorta dilatada que en bipedestación presentan una oxigenación baja que mejora cuando se tumban (“síndrome de platipnea-ortodesoxia”)

Hoy en día, el cierre de FOP en adulto se suele realizar de forma percutánea con un cateterismo. A través de la vena femoral, se sube un dispositivo a forma de doble disco o diábolo que se implanta a nivel del septo interauricular, con un disco del dispositivo que se queda en la aurícula izquierda y otro en la aurícula derecha. Es un procedimiento relativamente sencillo y con un riesgo relativamente bajo de complicaciones, que requiere un ingreso muy corto.

En resumen, tener un FOP es mucho más frecuente de lo que consideramos y no suele causar ningún problema ni tiene que limitarnos en nuestro día a día. Sin embargo, hay un pequeño porcentaje de personas que puede tener complicaciones y por tanto es siempre oportuno por lo menos una valoración inicial por parte de un cardiólogo para valorar actitud y seguimiento si precisa.

Por el doctor Daniele Gemma

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