Me han puesto un marcapasos. ¿Qué debo saber?

Me han puesto un marcapasos. ¿Qué debo saber?

Tras el implante de un marcapasos o un desfibrilador cada actividad cotidiana a la que el paciente vuelve a exponerse suele generarle una gran cantidad de preguntas sobre su compatibilidad con su nuevo dispositivo implantado. La respuesta rápida es que puede realizarse una vida completamente normal, aunque conviene tener en mente algunas precauciones.

Durante los primeros días tras el implante, las principales atenciones se dirigen al cuidado de la herida quirúrgica, que no difiere del de otras intervenciones. El equipo implantador le dará todo tipo de detalles y podrá resolver cualquier duda con ellos tanto durante el ingreso como en las visitas habituales de seguimiento.

El hecho de ser portador de un dispositivo de estimulación cardiaca no requiere ninguna restricción específica en cuanto a la alimentación, medicación o actividad física, deportiva o sexual, más allá de las recomendadas por sus patologías de base. Una vez pasadas las primeras semanas, tras la cicatrización de la herida quirúrgica, el paciente podrá retomar por completo su actividad previa. Son comunes las dudas sobre la aptitud para la conducción de vehículos tras el implante, recomendándose en la mayoría de los casos una restricción temporal de 2 semanas tras la cirugía, aunque se recomienda consultar con su médico por la posibilidad de restricciones adicionales en cada caso particular. 

Otras cuestiones frecuentemente planteadas por nuestros pacientes es el potencial de interferencia con objetos electrónicos de uso cotidiano. Los electrodomésticos (incluyendo microondas y placas de cocina de inducción) y herramientas de uso doméstico pueden utilizarse con normalidad mientras se encuentren en buen estado y enchufados a una entrada con toma de tierra y se utilicen a la distancia normal de uso. Se recomienda evitar el contacto directo de dispositivos como teléfonos móviles sobre la zona de implante del generador de marcapasos o desfibrilador (por ejemplo, evitando colocarlos en el bolsillo de la camisa o chaqueta). Por otro lado, se permite el uso normal del teléfono móvil intentando colocarlo sobre la oreja contraria al lugar del implante. Los detectores antirrobo presentes en los comercios no afectan al funcionamiento de los dispositivos cardiacos implantables, recomendándose por precaución evitar detenerse al pasar por ellos. Los detectores de metal empleados en controles de seguridad generan un campo electromagnético de cierta intensidad por lo que se recomienda evitar el paso a su través e identificarse ante el personal de seguridad como portador de marcapasos.

Por último, pueden surgir dudas sobre la posibilidad de someterse a distintos procedimientos médicos diagnósticos o terapéuticos. Para la realización de exploraciones de diagnóstico por imagen, debe prestarse especial atención a la resonancia magnética, aunque la mayoría de los dispositivos implantados en los últimos años son compatibles cuando se realiza una programación específica de los mismos. El bisturí eléctrico empleado en muchas intervenciones quirúrgicas puede interferir con el funcionamiento de un marcapasos o desfibrilador por lo que en algunos casos puede ser necesaria la programación del dispositivo previo a la cirugía.

En definitiva, los marcapasos y desfibriladores permiten tratar una gran variedad de trastornos del ritmo cardiaco de tal forma que gran parte de los pacientes podrán hacer una vida normal prácticamente olvidando que los llevan implantados.

Por el doctor Ángel Miracle especialista de la Unidad de Arritmias y Electrofisiología

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